(Relato corto escrito para el V juego de las frases del Ka-tet Corp.)
Es la parte baja de la novena entrada, "los Aguamieleros de Chincanilla el Bajo" se enfrentan a "los Cargadores de San Miguel de los Magueyes", es la gran final del campeonato municipal de Tejeringo el Chico, el marcador está 3 a 2 a favor de los Aguamieleros, y los Cargadores están al bat, llevan 2 outs y hay hombres en 1ª y en 3ª, el turno de batear es de Juan José Macedo, sin duda el mejor bateador del equipo y el que podría llevar a los Cargadores a ganar este tan esperado campeonato.
Los Aguamieleros llevan 5 años consecutivos ganando y los Cargadores siempre se quedan en la orilla, dicen que tienen una maldición, desde que el gran Pancho Cabanillas se cambió de equipo porque le ofrecieron mejor sueldo en la otra chamba, no han podido ganar nada, y de eso ya mas de 15 años.
Lo cierto es que todo depende de que Arnoldo Godines el pitcher de los Aguamieleros logre ponchar a Juancho Macedo, y que este a su vez no logre tirar un elevado a jardín derecho donde se encuentra Agapito López, el peor jugador del equipo, sin duda y por mucho el eslabón mas débil, ¿pero porque siendo tan malo lo tenían ahí? simple, el mayor patrocinador de los Aguamieleros era "AGUAMIEL LOPEZ- EL MEJOR SABOR DE LA REGIÓN" no hay mas que decir, si el equipo existía era porque don Maclovio López adoraba "el Beis" como solía decirle, y se había empeñado en que su hijo pequeño, osea Agapito, jugara este maravilloso deporte.
Agapito odiaba el Baseball, no soportaba tener que ir cada jueves al partido, y mucho menos a los entrenamientos, para el su sueño era bailar, (aclaro que no hablo de joterias de ballet y esas cosas) el adoraba la Salsa, y era en realidad un bailarín nato, su madre, doña Candida que en paz descanse, le enseñó el fino arte de bailar la salsa y el era feliz haciéndolo, pero su padre siempre se opuso a eso, que iban a decir los Gutierrez, los Cruz y los Iñarritu... así que a Agapito no le quedo otra mas que jugar al "rey de los deportes", y como la verdad era extremadamente malo lo mandaron al jardín derecho donde casi nadie atina en mandar la bola, pues es el punto mas difícil para la mayoría de los beisbolistas derechos, pero Juancho Macedo era zurdo...
Todos sabían que Agapito es el peor jugador del equipo, y todos sabían que una cadena es tan fuerte como lo es el más débil de sus eslabones. Así que la tarea era evitar a toda costa que los bateadores lanzaran hacia donde se encontraba Agapito, la cuenta seguía su curso 3 bolas, 2 strikes, 2 outs, era probable que este pudiera ser el ultimo lanzamiento del partido,,,
Arnoldo da una rápida mirada a las bases para evitar un robo, mira las indicaciones de su catcher Gumaro Elizondo, no hay otro momento, o es ahora o nunca, Juancho sabe lo que debe hacer, su meta... el jardín derecho, debe de lograr que se dé un hit para impulsar por lo menos una carrera y de esa manera empatar el partido... Agapito esta tenso, sabe que de un momento a otro podrían enviar hacia el la pelota, su pensamiento está claro, -hoy voy a lograr atraparla, hoy voy a lograr atraparla, hoy voy a logra... " Arnoldo lanza una espectacular recta... Juancho de reojo e impulsado por un reflejo casi mágico mueve su cuerpo para golpear esa pelota... el silencio en el estadio es tal que se escucha el aleteo de un pichón que pasa volando por ahí, y como una explosión nuclear madera y tela se unen y retumban en el estadio, la bola sigue... sigue... sigue... los corredores salen disparados de sus bases... Arnoldo sabe que la pelota puede estar perdida... la pelota va directo al jardín derecho... el jardinero central no llegará ni de milagro... y Agapito... Agapito esta atento a la pelota... recita su mantra personal -hoy voy a lograr atraparla, hoy voy a lograr atraparla... - la gente está de pie... fanáticos de ambos bandos no respiran... todas las miradas están en Agapito... parece una eternidad... la pelota está a punto de caer... los únicos ruidos son los pichones que espantados por el estruendo del batazo han salido revoloteando... está la pelota a escasos 3 metros del guante de Agapito...
Nadie sabe lo que el destino tiene planeado, cuando mi papá don Juancho Macedo nos contó como ganó el partido de la gran final del año ´97 antes de retirarse del Baseball nos dimos cuenta que cuando las cosas no están de tu lado, no lo están... ese día Agapito pudo haber salvado el partido y convertirse en el héroe de muchos y por mucho tiempo, ese día de otoño don Maclovio pudo haber estado por primera vez orgulloso de su hijo, pero ¿quién nos iba a decir que una pelota de baseball podría matar a un pichón en vuelo? y ¿que en lugar de que Agapito agarrara con su guante la pelota, recibiría el pichón muerto?...
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