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La reunión la había solicitado Cenicienta, que aquí entre nosotros es la más trabajadora del equipo, les había pedido a todas que se reunieran en la sala de juntas que se encuentra en el penthouse de la torre del consorcio “PRINCESS”.
Hará cosa de 10 años que las llamadas “Princesas” se habían tenido que reunir por primera vez, había algo que las estaba afectando, y mucho, si bien es cierto que su llamado “reinado” había durado muchísimos años, la verdad es que a últimas fechas y gracias a que el Imperio “D” había apostado por otro tipo de maniobras, pero ninguna les había causado tanto daño como aquel siniestro Ser lo haría.
Cenicienta que era la que venía realmente de las clases bajas y había logrado colocarse en la presidencia del consorcio a base de su trabajo, (de algo le sirvió el aguantar a su madrastra y a sus hermanastras durante tantos años) era una verdadera “perra” y con ayuda de las otras chicas había logrado colocar a su consorcio en la cabeza de ventas por muchos años, ella fue la de la idea de agruparse cuando se sintieron defraudadas y abandonadas por “D”, convenció a Blanca Nieves y a Aurora (le costó mucho trabajo, porque Aurora vive como en un sueño toda la vida, y perdía el hilo de lo que le comentaba Ceni.) juntas crearon el consorcio y con eso las otras chicas fueron llegando poco a poco, Yasmín y Mulán llegaron juntas, eran buenas amigas (como buenas esposas de orientales vivían subyugadas a sus maridos y estaban acostumbradas a agachar la cabeza, así que no le costó mucho trabajo a Cenicienta su apoyo). Bella decidió que ya no aguantaba a la Bestia de su marido, que a pesar de ya no estar cubierto de pelo, no podía dejar de hacer ruido con la boca al comer y siempre quería hacer el amor como perrito, así que le dijo que se tomaría un tiempo y se fue a visitar a su prima Aurora, que la invitó al grupo. Ariel decidió unirse cuando se dio cuenta que ya no le alcanzaba para las perlas con lo que ganaba de regalías por su película y a Pocahontas la invitaron (muy a regañadientes de Blanca Nieves y Aurora que tienen sangre alemana y son un poco racistas) para ganarse el apoyo de las minorías (siempre es bueno tener a un miembro de las minorías para poder parecer tolerantes, además de los beneficios fiscales por tener miembros nativo-americanos).
Pues así fue que el consorcio comenzó, poco a poco su fuerza fue creciendo al grado que la tan odiada competencia, “la rubia sin chiste”, como llamaban a Barbie en el consejo, pidió permiso para poder usar las imágenes de las “Chicas” en una serie de colección de sus muñecas, Yasmín (como buena árabe) era la encargada de negociaciones y le sacó una jugosa suma de dólares a la oxigenada.
Poco a poco todo tenía que ver con las Princesas: libros, películas, ropa, juguetes, programas de TV, maquillaje, zapatos, etc., nadie podía con ellas, incluso “D” perdió una demanda y fue obligado a sacar segundas partes de casi todas las películas, (Aurora y Blanca fueron las únicas que decidieron no participar en eso, Aurora porque le daba mucha flojera volver a un set de cine, y Blanca porque los 7 enanos pedían mucho dinero y decidió que prefería no pagarles a esos malditos avarientos, así que solo hicieron remasterización de ambas películas) Mulán había conseguido contratos en china para la fabricación de todos los productos y ella manejaba las 50 plantas, que tenían trabajando a cerca de 40mil niños chinos en horarios de 15 horas diarias, pagándoles solo 2 dólares al día, era una verdadera ganancia.
Pero llegó Él…
Cenicienta tomó el auricular de su teléfono y marcó a su asistente:
-¡Esmeralda! ¿Ya llegaron las muchachas?
-ya solo falta Doña Aurora…
-¡Aurora! llámale por teléfono, esa entupida se ha de haber quedado dormida.
-si Señora, ya le llamé, y me contestó Don Felipe, me dijo que ya la había despertado y que seguro no tardaría en llegar, también me preguntó que si ya estaba su cheque, que porque aún no le han depositado lo de las fotos para las lámparas.
-dile que no esté jodiendo y que en cuanto nos paguen eso le depositamos.
-si Señora, las demás están ya en la sala de juntas, pero Ariel quiere hablar con usted en privado, ¿la hago pasar?
-mmm… ¿sabes que quiere?
-no lo sé, ya ve que no habla mucho, solo me pidió que le preguntara si la recibía.
-¿qué querrá la mojarra esta? Bueno, dile que pase… y avísame en cuanto llegue aquella pendeja.
-claro señora.
Esmeralda odiaba a Cenicienta, pero sabía que era lo mejor que tenía el consorcio y que gracias a ella tenía trabajo. Cuando se presentó a solicitar su ingreso al grupo todas las demás la mandaron por un tubo porque no la consideraban princesa, ella no tenía la culpa que su personaje terminara casada con el capitán militar francés en vez de con un príncipe, si en vez de salir en “El Jorobado” hubiera salido en el Lago de los cisnes, o el cascanueces, hubiera sido princesa, pero no… tuvo la mala suerte de ser la gitana de Cuasimodo, ella sabía que era más bella que las otras, la verdad es que todos los príncipes la deseaban en secreto, (a quien no le gusta una morocha de ojos claros) pero la única que vio el potencial en ella fue Cenicienta, si, era una perra maldita, y merecía que su esposo le hubiera puesto el cuerno con su madrastra, pero tenía lo necesario para hacer de esto el mayor consorcio del planeta , la había tomado como su asistente personal y estaba aprendiendo todo lo necesario para algún día poder ser como ella.
-Ariel, dice la Señora que pases a su oficina.
-gracias.
-¿Cenicienta?
-Pasa Ariel, ¿en qué te puedo servir?
-sé que estas ocupada, pero quería preguntarte, ¿sabes qué pasó con el contrato de Sebastián?
-¿Sebastián? ¿Quién es Sebastián?
-mi compañero, la langosta…
-ah! Si ya recuerdo, parece que le hicieron una mejor oferta… creo que se va a Animal Planet a sustituir al “Cazador de cocodrilos”…
-¡NO! ¿En serio?
-no, es broma, ya está firmado, por cierto el tipo es un imbécil, le dije que tú ya habías revisado el contrato y que te había parecido perfecto, y no leyó la cláusula donde te tiene que dar el 25% de todo lo que gane por manejo de cuenta. ¿Qué le diste para que confiara en ti?
-jejeje, la verdad es que alguna vez cuando éramos más jóvenes siempre quise saber cómo sería estar con una langosta…
-eres una mierda ¿lo sabes?
-sí, pero una mierda muuuuy sabrosa.
-OK, ¿es todo?
-sí, ¿a qué viene la junta?
-vamos a resolver de una buena vez nuestro problema…
-Cenicienta, ¿Qué tienes en mente?
-ya lo veras… ya lo veras…
-Esmeralda. ¿Qué pasó con Aurora?
-me comentan que va entrando su camioneta al edificio.
-bueno, entonces vamos a la sala de juntas, ¿ya está lista?
-si Señora, ya están las bebidas y los bocadillos…
-¿fruta?
-si Señora, pero ninguna manzana, ya ve como las odia Blanca…
-perfecto, te vemos ahí…